Hoy comemos en La Marítima de Veles e Vents con Ibán Ramón, el diseñador valenciano que lleva más de 30 años configurando con sus carteles el paisaje urbano de nuestra ciudad.
Ibán llega a Veles e Vents tras un largo paseo por la playa, no es casual. Desde el confinamiento ha incorporado este hábito a su vida. Cada fin de semana, camina desde la playa de la Patacona hasta la Marina de València. El paisaje es diferente cada mañana; la luz, las nubes y el mar le ayudan a reflexionar sobre sus proyectos y a clarificar ideas.
¡Empezamos la entrevista!
Tu proceso creativo ante un proyecto de diseño tiene similitudes con el proceso creativo de un cocinero/a. Cuéntanos cómo cocinas una idea.
Pues seguro que sí, debe coincidir muchas cosas, tanto en diseño como en la cocina hay mucho de experimentación, de prueba/error, de respeto por lo heredado, por la tradición. Yo pienso mucho antes de llegar a la forma, antes de hacer garabatos. Trato de aprender de lo que se me encarga, conocer del cliente y su contexto, y descubrir detalles que tienen que ver con lo cultural, lo geográfico, la historia, nunca se sabe dónde puede establecerse una conexión con lo que yo llevo en la “mochila”, es esa conexión el principio de la idea, o por lo menos es así como creo que funciona en mi cabeza, aunque el proceso no sea una cosa totalmente ordenada y consciente, hay mucho de juego y de experimentación también.
Nos gustaría que selecciones un proyecto personal relacionado con la gastronomía. Sabemos que tienes varios.
Hay algunas etiquetas de vino con las que he disfrutado mucho, pero el Cartel para el evento “Arròs amb fesols i Jazz” organizado por grupo La Sucursal en La Marítima del Veles e Vents de Valencia en 2020 fue un trabajo muy chulo, trabajé con absoluta libertad y confianza y creo que se notó en el resultado.
En qué medida puede contribuir el diseño valenciano a la gastronomía.
La gastronomía, como cualquier cosa, necesita de buena imagen, de buena comunicación, de una identidad correcta. Actuar en Valencia, en cualquier ámbito, es una oportunidad en relación al diseño, el diseño es un buen “socio” para cualquier actividad y si la actividad desarrolla se desarrolla buen nivel, el uso del diseño se hace indispensable, y en Valencia buen diseño no falta.
¿Y la gastronomía al diseño valenciano?
¡La gastronomía contribuye a la absoluta felicidad! (jajaja), no es comparable, la gastronomía es más importante que el diseño. Y ahora en serio, por supuesto, la gastronomía en Valencia también es un “Must” y a según qué nivel no deja de ser una actividad intelectual y de cultura, de evolución constante, equiparable al diseño.
Sabemos que te gusta pasear por La Marina. ¿Qué te aportan esos paseos?
El mar, este mar nuestro de aquí, es un auténtico regalo de la vida, nacer y vivir en una ciudad como esta es una suerte inmensa. A mí pasear por aquí (hace años iba mucho en la Albufera, pero ahora es este mi lugar preferido) me conecta con mi lugar, me hace consciente de cuál es mi ubicación, y me pone en relación con la naturaleza y la tierra, el lugar es mucho más que nosotros, que estamos de paso. Pasear desde la Patacona hasta La Marina me relaja y me hace darme cuenta de lo relativo que es todo, de las cosas realmente importantes y bellas de la vida, que a veces las tenemos tan cerca…
¿Qué va a suponer la capitalidad del diseño para València?
Sobre la capitalidad de València en 2022 (Valencia World Design Capital), creo que es una de las cosas más bonitas, importantes y realmente trascendentales que le han pasado a la ciudad. Que la ciudad de Valencia sea reconocida por el diseño, que se convierta en una referencia por la creatividad, por la tradición, la artesanía, por la Cultura (con mayúsculas) es tan bueno, que aún no somos ni conscientes.